La pobreza de resultados en el torneo y el alto costo en las entradas para la barra visitante no impidieron que la afición puma dejara huella en el Estadio Azul.
Aproximadamente mil 500 seguidores del cuadro auriazul arribaron al inmueble Cementero desde las 15:00 horas en alrededor de 15 autobuses, a pesar de que muchos de los fanáticos sólo llegaron para apoyar desde afuera.
A diferencia del año pasado, cuando los boletos para la cabecera visitante costaron 180 pesos, según recordó un barrista del cuadro de la UNAM, esta vez el costo fue de 270, mismo precio que el de la zona Preferente, la de mejor ubicación en el estadio, reservada en su mayoría para el público local.
“Cada vez le suben más, pero estamos acá por el amor a la camiseta, aunque apoyemos desde afuera”, expresó con bombo en mano, un barrista que dijo llamarse el “Acapulco”.
"Cada vez le suben más, pero estamos acá por el amor a la camiseta, aunque apoyemos desde afuera"
“Ahí nos enteraremos del partido por el radio, desde acá lo escuchamos bebiendo un rato si se puede”.
La llegada auriazul no estuvo exenta de momentos de tensión, pues además de que para ello la Policía cortó la circulación por 20 minutos en el Eje 6, algunos aficionados sostuvieron empujones y jaloneos con granaderos que pretendían acomodarlos afuera de la Puerta 19 del estadio.
Además de los precios elevados, la afición visitante debió sortear el mal momento de su plantel para ilusionarse con visitar el Azul, luego de que en 6 Jornadas únicamente suman 1 triunfo, por 3 derrotas y 2 empates, que los ubican en el lugar 15 de la Tabla General.
Las aproximadamente 3 mil personas que se ubicarán en la cabecera visitante deberán complementar un casi lleno en el Azul, donde un par de horas antes del partido sólo habían alrededor de 2 mil boletos disponibles.
