Podrán decir que quieren mucho a los Pumas, que están agradecidos, que quisieran estar toda su carrera en a institución. Pero el convencimiento se gana hablando en la cancha.
Hoy frente al Atlas (estadio Jalisco, 20:45 horas) inicia la batalla interna por quedarse en Universidad Nacional. Vientos de cambio aparecieron ayer en el Patronato del Club y ya se habla de que podría reforzarse para la próxima temporada, que hay que ver el presupuesto, que hay que analizar en qué posiciones hace falta.
La ofensiva universitaria es la que más ha quedado a deber en este torneo. Ni siquiera promedian una anotación por partido (10 goles en 12 fechas) y cada semana se les nota más chatos a Juan Carlos Cacho, Martín Bravo y Eduardo Herrera. A los dos primeros se les acaba el contrato al final de este torneo y su continuidad en el plantel pende de un hilo.
Como comparación, siete elementos han hecho los mismos goles cada uno que los tres arietes auriazules juntos (7 dianas).
También la juventud puma debe mostrarse. “Cachorros” de la cantera universitaria como Aarón Sandoval, José Antonio García, Carlos Campos, Emilio Orrantia y Érik Vera ha tenido últimamente la oportunidad de jugar en Primera División.
“Ya no somos jugadores sin experiencia, gracias a Dios se nos ha dado la oportunidad de jugar más partidos en Primera División, ya tenemos ese roce que nos hace falta. Ahorita ya no hay pretextos de que somos ‘chavos’, de que ya no tenemos experiencia. Sabemos que en cada juego y en cada entrenamiento nos jugamos el seguir en Pumas o no”, reconoce Vera.


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